jueves, 29 de octubre de 2015

Carrillo fue el 'facilitador' de Paracuellos

La idea de las matanzas partió de su amigo serrano Poncela, no de los soviéticos, pero él dio su consentimiento

La fecha es un 6 de noviembre de 1936. Viernes por la tarde en Madrid. El secretario general de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), Santiago Carrillo Solares, y su estrecho aliado político, José Cazorla Maure, entran en el despacho del presidente del Consejo de Ministros, Francisco Largo Caballero, en el Palacio de Buenavista. Es un día clave en la vida de Carrillo, abundante ya en tales momentos trascendentales pese a su juventud. A sus 21 años, cuenta entre sus logros el haber fusionado con éxito las juventudes socialistas y las comunistas en abril de 1936 para crear las JSU, una organización que, en vísperas de la guerra, declaraba tener nada menos que 140.000 afiliados. Aunque Carrillo se encontraba en París el 18 de julio de 1936, pasó el primer mes de la contienda española combatiendo en el País Vasco porque no le fue posible regresar a Madrid hasta más tarde.

domingo, 11 de octubre de 2015

Batalla de Carrhae (Batalla de Carras)

La batalla de Carras (también conocida como batalla de Carrhae) fue un importante enfrentamiento militar que tuvo lugar en el año 53 a. C. en la ciudad de Carras (en latín Carrhae, antiguamente en territorio de Gran Armenia, actualmente Harrán, Turquía) entre el ejército romano al mando del general Marco Licinio Craso, gobernador de Siria por aquel entonces, y el ejército parto al mando del Spahbod Surena. Fue una de las derrotas más severas que sufrió la República romana.

Craso era un miembro del Primer Triunvirato y el hombre más rico de Roma, deseoso de la gloria militar y riquezas que prometía una campaña exitosa contra Persia, y decidió invadirla sin consentimiento oficial del Senado romano con 39.000 hombres. Tras rechazar una oferta de auxilio del rey de Armenia Artavasdes II marchó directamente por la Mesopotamia. Cerca del pequeño pueblo de Carras se enfrentó a un ejército parto al mando de Surena, quien a pesar de su amplia inferioridad numérica rodeó a la fuerza romana y la destruyó casi completamente. Craso murió cuando las negociaciones se tornaron violentas. Su muerte significó el final del Primer Triunvirato y la futura guerra civil romana entre Cayo Julio César y Cneo Pompeyo Magno.

Antecedentes

Guerras párticas

Las guerras párticas son una serie de campañas que llevaron a cabo los imperios de Partia y de Roma entre sí por el control de Medio Oriente. Entre estas guerras hubo extensos periodos de paz y treguas. Aunque las guerras fueron varias, seguían usualmente el mismo plan táctico: una gran ofensiva persa llegaba a ocupar las provincias romanas de Siria y Armenia; luego venía el contraataque romano con fuerzas de refuerzo que recuperaban sus provincias y ocupaban la Mesopotamia. Por último, usualmente venía una ofensiva persa que obligaba a los romanos a salir de los territorios conquistados, lo que dejaba la situación igual que al momento de iniciarse la guerra.

Las principales campañas sucedieron con Marco Antonio, Nerón, Trajano, Marco Aurelio y Septimio Severo. Se desarrollaron entre los años 53 a. C. y 218, terminando con la caída de la dinastía arsácida ante los sasánidas.

El objetivo primordial que movilizó al Imperio romano fue la necesidad de mantener libre la denominada ruta de la India, desde donde obtenía gran provisión de especias, perfumes, objetos de valor y animales exóticos.

La campaña de Craso (53 a. C.)

jueves, 1 de octubre de 2015

Guerras Dacias

Las Guerras Dacias (101-102 y 105-106) fueron dos cortos conflictos entre el Imperio romano y Dacia que tuvieron lugar durante el mandato del emperador Trajano.

Antecedentes

Durante el siglo I, la política romana respecto a los países vecinos y a las amenazas potenciales era que estas debían ser contenidas pronto. En la época de Augusto, cuando los territorios al sur del Danubio fueron ocupados y convertidos en la provincia de Mesia, se firmaron varios tratados de alianza con el reino de los dacios, que fueron mantenidos por los siguientes emperadores y reyes dacios.

A finales de dicho siglo ascendió al trono dacio Decébalo, quien rompió el statu quo existente hasta entonces e inició una política agresiva, aliándose con los pueblos ubicados al norte y este de su reino.

En el año 85 Decébalo atacó Moesia y saqueó varios pueblos. Domiciano ordenó una inmediata campaña de castigo al mando de Cornelius Fuscus que terminó en un sonoro desastre en la Primera Batalla de Tapae. Tras el fracaso de Fuscus, Domiciano lanzó otra expedición comandada por Tettius Iulianus, que venció con éxito la resistencia dacia en la Segunda Batalla de Tapae, pero sin embargo no pudo aprovechar mejor su victoria debido a las dificultades de la geografía local y la necesidad de reforzar el frente de Pannonia amenazado por incursiones sármatas.