jueves, 4 de junio de 2015

Tesalónica

Cuentan los historiadores que allá por el año 352 a.C. el rey Filipo II de Macedonia, padre del mítico Alejandro Magno, venció a su enemigo Licofrón II, tirano de Tesalia, en una de las batallas más sangrientas registradas de la antigüedad. Según la leyenda, Filipo recibió ese mismo día la noticia del nacimiento de una hija de su quinta esposa, o concubina, Nikisípolis de Feres (o Nicesípolis de Feras). Entonces Filipo ordenó que le pusieran de nombre “Tesalónica”, en griego; Θεσσαλονίκη, uniendo las palabras Θεσσαλία (Tesalia) y νίκη (victoria), que significa “victoria sobre Tesalia”, para conmemorar aquel día histórico del gran éxito en la campaña militar de expansión territorial de su reino hacia el sur de la Hélade.

Tres decenios después, en el año 316 a.C., la princesa Tesalónica fue tomada en matrimonio por Casandro, un general de su fallecido hermanastro mayor Alejandro Magno y que se había autoproclamado rey de Macedonia en un golpe de Estado en el año 305 a.C.

Fue Casandro de Macedonia quién fundó en el año 315 a.C. la ciudad con el nombre de Tesalónica en honor a la reina homónima y para conmemorar su matrimonio. Casandro eligió construir la nueva ciudad helenística en el mismo corazón del Golfo Termaico, donde se hallaba un antiguo asentamiento conocido como Termi (Thermi), y cerca de una necrópolis con restos de la Edad de Bronce (2200 a.C.) en la colina de Tumba, barrio donde vivo… Tesalónica gozaba de una situación geográfica estratégica al sur de los Balcanes, en una encrucijada de rutas comerciales por tierra y con un puerto seguro en el mar Egeo. Rápidamente se convirtió en una próspera metrópoli helenística decisiva para el reino de Macedonia.

El Edicto de Tesalónica

Constantino y el fin de la persecución

A principios del siglo IV, Constantino I había terminado con la clandestinidad de los cristianos, otorgándoles ciertos privilegios y permitiéndoles la construcción de grandes templos. En 313, a través del Edicto de Milán, el emperador había decretado la libertad de culto para los cristianos.

A cambio de esto, Constantino tomó parte en las disputas que ya existían en el seno de la iglesia, convocando en 325 el Concilio de Nicea. En este concilio se desterraron las tesis arrianas que negaban el carácter divino de Jesús como parte consustancial de Dios. A pesar de ello, el cisma arriano se prolongaría al menos hasta el siglo VI, y no terminaría hasta la muerte del último de los monarcas arrianos: el rey visigodo Leovigildo. Del Concilio de Nicea se originaría el llamado Credo Niceno, último punto de encuentro entre las iglesias de oriente y occidente.

Constantinopla

Constantinopla (en griego Κωνσταντινούπολης, Konstantinúpolis, abreviado como ἡ Πόλις, ί Pόlis, 'La Ciudad'; en latín Constantinopolis, en turco otomano formal Konstantiniyye) es el nombre histórico de la actual ciudad de Estambul (en idioma turco İstanbul), situada a ambos lados del Estrecho del Bósforo en Turquía, y que fue capital de distintos imperios a lo largo de la historia, a saber: del Imperio romano (330-395), del Imperio romano de Oriente o Imperio bizantino (395-1204 y 1261-1453), del Imperio Latino (1204-1261) y del Imperio otomano (1453-1922). Estratégicamente situada entre el Cuerno de Oro y el mar de Mármara en el punto de encuentro de Europa y Asia, la Constantinopla bizantina fue baluarte de la Cristiandad y heredera del mundo griego y romano. A lo largo de la Edad Media fue la mayor y más rica ciudad de Europa, y conocida como «la Reina de las Ciudades» (Basileuousa Polis). Por otra parte, fue llamada la Encrucijada del Mundo, pues era el nexo de comercio entre Asia, Europa y África (marítimo).

Dependiendo de sus gobernantes y el momento histórico, ha tenido diferentes nombres; entre los más comunes están Bizancio (en griego Byzantion), Stamboul o Nueva Roma (en griego Νέα Ῥώμη, en latín Nova Roma), este último un nombre más eclesiástico que oficial. Fue conocida por la Guardia Varega con el nombre de Miklagarðr (Gran Ciudad). Fue rebautizada oficialmente Estambul (su nombre actual) en 1930 mediante la Ley Turca de Servicio Postal, una de las reformas nacionales impulsadas por Atatürk.

Claudio Claudiano

Claudio Claudiano (en latín, Claudius Claudianus; ¿Alejandría?, ca. 370 - Roma, ca. 405) fue poeta en la corte del emperador romano de Occidente Honorio, en la de su tutor y regente Estilicón y en la del emperador romano de Oriente Arcadio, hermano de Honorio.

Biografía

Procedente de Alejandría y tal vez nacido allí, aunque según otros pudo nacer en la cercana Canopo, Claudiano aprendió a fondo el griego, su lengua materna en Egipto, así como el latín, lengua de casi toda su obra posterior, y llegó a Roma antes del año 395. Tal vez su primera composición allí fue un elogio del consulado de sus dos patrones: los jóvenes Probino (Probinus) y Olibrio (Olybrius). Esto le atrajo el interés del general Estilicón, de quien se convirtió en propagandista; se distinguió, pues, en el cortesano género panegírico, celebrando sobre todo las victorias de su mecenas, el general de origen vándalo y vencedor del visigodo Alarico I en Pollenza (403) y del mauritano Gildo, de quien se convirtió en secretario en la corte de Milán donde ejercía el puesto de regente y tutor de los emperadores. También de naturaleza cortesana son sus invectivas contra rivales en la corte de Arcadio. Estas obras le proporcionaron regalos tales como el título de vir clarissimus, tribunus y notarius, el honor de ser aceptado en el rango de los illustris, una estatua en el Foro de Trajano (con una inscripción en que la se le ensalzaba como sucesor de Homero y de Virgilio)1 y una novia rica, escogida por la esposa de Estilicón: Flavia Serena.

Claudiano escribió sobre todo poemas de circunstancias destinados a glorificar a Estilicón y al emperador Honorio: panegíricos, epitalamios, odas a victorias militares, invectivas... Pero también compuso dos epilios mitológicos inacabados: De raptu Proserpinae o "El rapto de Proserpina", del que se conservan tres libros y que fue compuesto en latín entre 395 y 397, y una Gigantomaquia en griego de la que sólo quedan 128 hexámetros. Narraba el combate de los gigantes contra los dioses del Olimpo y era quizá obra juvenil. También ha subsistido un conjunto de pequeños poemas diversos escritos tanto en latín (Phoenix el más célebre) como en griego. La crítica moderna, sin embargo, se inclina a pensar que tanto la Gigantomaquia como algunos de los poemas en griego pertenecen a un poeta del mismo nombre un poco posterior que floreció en la época de Teodosio II (408-450) cuya existencia está atestiguada por Evagrio Escolástico en su Historia Eclesiástica I, 19.

Los críticos modernos consideran a Claudiano un buen poeta latino, uno de los últimos. Según San Agustín y también Orosio, era un pagano convencido, reacio a las novedades cristianas; su inspiración es ante todo nacional y patriótica y destaca como narrador hábil y elegante; sus pasajes áridos son aliviados de vez en cuando por un fragmento entretenido; sin embargo, su estilo está tocado por los defectos de la literatura de su tiempo, el retoricismo y la frialdad.

Desde el punto de vista histórico, la poesía de Claudiano es una valiosa fuente primaria para su período, aunque parcial; puesto que sus poemas no registran los logros de Estilicón después de 404, los eruditos asumen que murió en ese año.

Obras

    Panegyricus dictus Probino et Olybrio consulibus.
    In Rufinum "Contra Rufino".
    De Bello Gildonico, "De la rebelión de Gildo".
    In Eutropium "Contra Eutropio".
    Fescennina / Epithalamium de Nuptiis Honorii Augusti.
    Panegyricus de Tertio Consulatu Honorii Augusti.
    Panegyricus de Quarto Consulatu Honorii Augusti .
    Panegyricus de Consulatu Flavii Manlii Theodori .
    De Consulatu Stilichonis.
    Panegyricus de Sexto Consulatu Honorii Augusti.
    De Bello Gothico "De la guerra goda" (402-403).
    Poemas menores: Epithalamium Palladio et Celerinae, Phoenix, de Magnete y de Crystallo cui aqua inerat.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Claudiano

Barrios Negros, Barrios Pintorescos, Madrid (1860-1930)

Artículo: HISPANIA NOVA. Revista de Historia Contemporánea. Número 12 (2014)
Título: "Barrios Negros, Barrios Pintorescos. Realidad e imaginario social del submundo madrileño (1860 -1930)" por Fernando Vicente Albarrán.

RESUMEN
A  través  del  estudio  de  diversas  fuentes  documentales  (padrones  municipales,  fuentes judiciales, noticias periodísticas, relatos literarios y periodísticos, planos de viviendas, etc.) se pretende analizar el proceso de segregación social del espacio madrileño y la construcción de un imaginario social en torno al Ensanche Sur de Madrid, encarnación de los bajos fondos de la ciudad. La comparación entre la realidad social y la representación de esa realidad permite ilustrar  una  parte  del  complejo  proceso  de  modernización  de  la  sociedad  urbana  madrileña antes del estallido de la guerra civil.

Palabras clave: Madrid, Ensanche Sur, segregación, bajos fondos, delitos.