Aquiles Tacio fue considerado durante mucho tiempo como uno de los novelistas más tardíos; pero el reciente descubrimiento de un papiro milanés de finales del siglo II o comienzos del III d. de C. nos ha dado la seguridad de que vivió en el siglo II. Nació en Alejandría, ya que es llamado alejandrino por Suidas y en los manuscritos de la obra, y a dicha ciudad rinde homenaje en el comienzo del libro V de la novela.
Con toda seguridad se formó en Alejandría, donde
se inició en los estudios retóricos, gramaticales, históricos y
científicos. El comentarista Thomas Magister le llama "retórico", y así
se desprende de sus discursos, su manera estilística típicamente
retórica. Dice Suidas que al final de su vida se hizo cristiano y llegó a
obispo; pero aunque el tono pagano de toda la obra de Aquiles Tacio no
es un argumento negativo para su conversión al cristianismo, la noticia
de que terminó en una sede episcopal es totalmente increíble; quizás fue
tomada de un episodio análogo de la vida de Heliodoro.