domingo, 3 de abril de 2016

Macrobio "Saturnales o Saturnalia"

Las Saturnales (en latín, Saturnalia) son una obra del escritor y gramático romano Macrobio, escritas en torno al 384-395 o 430-440.

Se trata de un simposio literario incompleto en siete libros, donde en medio de los tres días de fiestas saturnales (fiestas celebradas en honor del dios Saturno) del año 384 d. de C. doce eruditos romanos, uno de ellos el gramático Servio, deciden encerrarse, para celebrar tres banquetes literarios, en las casas de los senadores romanos Vetio Agorio Pretextato, Virio Nicómaco Flaviano y Quinto Aurelio Símaco.

Saturnales o (Los Saturnalia)

Es la obra más extensa de las conservadas de Macrobio. Se trata de un diálogo literario en siete libros, transmitido con lagunas textuales de cierta entidad. Tras una dedicatoria a Eustatio, su hijo, en el prólogo se asiste a un diálogo entre dos personajes, Decio y Postumiano. Este último, a su vez, cuenta de tercera mano la erudita conversación que tuvo lugar en el año 384, durante la víspera (16 de diciembre) y en los días de las Saturnalias (17-19 de diciembre), fiestas celebradas en honor del dios Saturno.


Entonces se reunieron algunos romanos cultivados de clase alta, cuyo anfitrión del primer día fue el patricio romano Vetio Agorio Pretextato; el del segundo día, Virio Nicómaco Flaviano; el tercer día se reunieron en casa de Quinto Aurelio Símaco (el orador). Además de los tres anfitriones, participaban en la conversación distinguidos hombres: Servio, el comentador de Virgilio (todavía un tímido joven y algo intimidado por la compañía, pero que anacrónicamente aparece dotado ya de la erudición que manifestaría después); los senadores Cecina Albino y Furio Albino; un joven llamado Avieno (que probablemente se ha de identificar con el fabulista Avieno o Aviano); un rétor griego llamado Eusebio; y otros. También aparece, como contrapunto a la educación y erudición de los demás, un “huésped no invitado” llamado Evángelo (quizá el único contertulio enteramente ficticio, posiblemente un cristiano, dadas las connotaciones de su nombre), zafio, soberbio e impertinente, que da pie a las correcciones de los otros.

El diálogo discurre alrededor de asuntos variados (religión, historia y filología), pero el tema central es el poeta pagano Virgilio. El libro I empieza con una discusión sobre el festival de las Saturnalias, para pasar a tratar sobre los esclavos (que gozan de una especial libertad durante la fiesta) y sobre el calendario. Pretextato expone la teoría sobre el origen solar de la mitología. El libro II consiste básicamente en una colección de ocurrencias ingeniosas atribuidas, entre otros, a Cicerón, Augusto y a Julia, la hija de Augusto. Sigue la discusión sobre Virgilio: el libro III (capítulos 1-12) comenta su familiaridad con la religión antigua romana; el libro IV versa sobre el uso virgiliano de artificios retóricos para conferir dramatismo al estilo; en el libro V se examina la deuda de Virgilio con Homero y otros poetas griegos; y, en el libro VI, con antiguos autores latinos, especialmente Ennio (y también Lucrecio); el último libro pasa a abordar variadas cuestiones físicas, fisiológicas y psicológicas, en general sobre la forma en que el cerebro influye sobre el funcionamiento del cuerpo (por ejemplo: “¿son las mujeres más cálidas que los hombres?” La respuesta es afirmativa: “deben serlo, pues se visten con menos ropa.”).

Género de la obra


Desde el punto de vista de la forma literaria, se trata de un diálogo literario ficticio, puesto en boca de interlocutores reales. Este marco genérico formal es común a numerosas obras griegas y latinas anteriores sobre temas diferentes, como muchos diálogos de Platón (el Banquete, la República), el De re rustica de Varrón, los diálogos filosóficos de Cicerón, el Dialogus de oratoribus de Tácito o los Deipnosofistas de Ateneo. Sin embargo, en cuanto a contenido es una obra que podría considerarse como de miscelánea o compilación erudita: sus precedentes y fuentes serían las Noches Áticas de Aulo Gelio o las Cuestiones Convivales de Plutarco. Estas obras, y especialmente Aulo Gelio (conjuntamente con los comentaristas de Virgilio, aparte de otras fuentes desconocidas por nosotros), son fuentes constantes de Macrobio, de las que cita material, con frecuencia literalmente, pero sin reconocer nunca el préstamo.


Fuentes:
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=macrobio-ambrosio-teodosio
https://es.wikipedia.org/wiki/Saturnales_%28Macrobio%29

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