Si ya de por sí es extremadamente raro encontrar un cuasicristal en la
Tierra, todavía sorprende más encontrarlo en un meteorito ruso.
Eso precisamente es lo que les ha ocurrido al equipo de investigadores
dirigidos por Luca Bindi, de la Universidad de Florencia (Italia). Y es que
estos científicos aseguran haber descubierto un cuasicristal ultrarraro en un
pedazo de meteorito de Rusia, siendo esta la tercera vez en toda la historia
que se encuentra un material así en la naturaleza.
Podría sonar algo imposible (y de hecho, su estructura atómica fue descrita
como “imposible” durante décadas), pero está claro que son bastante reales. El
descubrimiento empezó examinando un diminuto grano de meteorito de la región
rusa de Khatyrka, en el extremo oriente del país, hace cinco años. Ahora, los
hallazgos han llegado a publicarse en Scientific Reports.
Si la porción de meteorito suena pequeña, el cuasicristal encontrado lo es
todavía más, pues tan solo mide unos pocos micrómetros de ancho. Pero eso no es
todo, y es que en este tipo de meteorito se han encontrado hasta tres tipos de
cuasicristal diferentes, algo que lo hace más extraño y sorprendente todavía.
El más reciente, del que hablamos hoy, tiene una composición química jamás
vista.
Para que os hagáis una idea de qué es exactamente un cuasicristal, la
definición más simple sería una mezcla entre una sustancia con una estructura
atómica que combina las propiedades simétricas de un cristal con el caos de un
sólido amorfo.
Los cristales regulares (copos de nieve, diamantes o sal de mesa) tienen
una estructura atómica simétrica, casi perfecta. Por su parte, los
policristales (metales, rocas, hielo) tienen una estructura aleatoria,
desordenada, como los sólidos amorfos (vidrio, cera o los plásticos). Un
cuasicristal es una mezcla de ambos, como bien describió el químico Daniel
Shechtman en 1982: Una forma semi-ordenada de la materia, sin patrones de
repetición. En el año 2011, Schechtman recibió el Premio Nobel por su hallazgo,
aunque previamente muchos se rieron en su cara y ridiculizaron sus
descubrimientos.
Por qué un cuasicristal es “casi imposible”
Teóricamente, y razón por la cual muchos se rieron de Schechtman, un
cuasicristal debería ser algo imposible porque las estructuras atómicas deben
seguir una serie de reglas muy estrictas, como la simetría y la repetición de
su estructura con diferentes tipos de rotación (dos veces, tres veces, cuatro
veces o seis veces).
Un cuasicristal rompe completamente esta regla, pues posee una estructura
cristalina similar, pero con una simetría rotacional de cinco veces.
En su día Pat Theil, científico del Laboratorio Ames de Energía de EE.UU.
explicó que:
“Si se quiere cubrir el piso de un baño con
azulejos perfectamente simétricos, estos deberían ser rectángulos, triángulos,
cuadrados o hexágonos (cualquier otra forma simple no podría funcionar, pues
dejaría huecos). Pero los cuasicristales son como baldosas pentagonales (cinco
lados), lo que les impide formar mosaicos como sí pueden los cuadrados o
triángulos. Pero hay otras formas atómicas que llenan los vacíos entre sus estructuras
pentagonales”
La rareza de un cuasicristal radica en que es muy fácil de fabricar en un
laboratorio, pero es muy raro encontrarlo en la naturaleza. El nuevo
cuasicristal encontrado en Rusia, en particular, se compone de aluminio, cobre
y átomos de hierro dispuestos en un patrón pentagonal como un balón de fútbol.
Fuente:
Artículo: "Descubren uno de los cristales más raros de la tierra
en un meteorito de Rusia", publicado en la web Omicrono por Roberto mendez
el 09/12/2016, URL: http://omicrono.elespanol.com/2016/12/cuasicristal-meteorito-rusia/
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