lunes, 9 de marzo de 2020

Reseña del libro "EL CATALEJO ARISTOTÉLICO" de EMANUELE TESAURO

EL CATALEJO ARISTOTÉLICO [Il cannocchiale aristotélico]. Famoso tratado del conde Emanuele Tesauro (1591-1660?), publicado en 1654 y varias veces aumentado y corregido.

Propiamente se titula: El catalejo aristotélico, o sea, Idea de la aguda e ingeniosa elocución que sirve a todo el Arte oratoria, lapidaria y simbólica: examinada con los principios del divino Aristóteles [II cannocchiale aristotélico, o sia Idea dell’arguta et ingeniosa elocutione che serve a tutta l’Arte oratoria, lapidaria et simbólica: esaminata coi principii del divino Aristotele].

El autor, encontrando que la literatura del XVII ofrece posiciones rebeldes, y extravagantemente innovadoras, mientras que la retórica es todavía de tipo tradicional, intenta establecer las leyes del gusto contemporáneo; partiendo de la teoría de la metáfora contenida en el libro III de la Retórica (v.) de Aristóteles, diserta acerca del ingenio y la «agudeza». Aunque no consiga en substancia tomar en cuenta el valor de la fantasía (como será después en la intuición de Vico) y la considere pertinente a la esfera del intelecto, Tesauro distingue con otros de su tiempo, el «ingenio» del «in­telecto».



Si la Dialéctica es difícil, la Retórica es fácil y llana: Aristóteles dice que la metáfora ayuda mucho a aprender por medio de sus «dulcísimos medios», y por esto Tesauro muestra la gran variedad de las agudezas verbales y lapidarias y de las simbólicas y figurativas (estatuas, emblemas, letras). También los oradores sagrados comprenden la importancia de la «agudeza» y por ello adornan sus palabras con admirables agudezas, verdadero fruto de una retórica nueva.

Toda la civilización, es más, toda la Naturaleza (comprendiendo en lo creado también las actitudes de los ángeles y hasta de Dios), sobresale por su disposición a la armonía y la vivacidad de la expresión: desde los antiguos hasta su tiempo el Tesauro considera los varios motivos mediante los cuales se puede construir todo un nuevo sistema del gusto, basado en la metáfora y la argucia. El lenguaje en su variedad, y todo arte, desde el dibujo a la pintura y la arquitectura, ofrecen el ejemplo de cuánto puede el ingenio con su poder inventivo: hasta los bailes, los jardines, las acciones escénicas y los modos de vestir atestiguan un gusto que no puede ser el del pasado y que es característico de una época nueva.

La formulación de «conceptismo», o ciencia del gusto que va del arte poética a la oratoria, a los emblemas y a toda manifestación de la vida social y literaria, es importante, porque concede una razón histórica al gusto de la nueva poesía; independientemente de Baltasar Gracián y de su conocidísima Agudeza y arte de ingenio (v.), publicado en 1642, Tesauro llega a formular una actividad que se podría, ya en embrión, llamar fantasía. El tratado, escrito con mucha aridez de ejemplos y discusiones doctrinales, no profundiza, sin em­bargo, la afirmación más importante, esto es, la de la valorización filosófica del gusto frente al intelecto y las reglas escolares. Muy notables históricamente por las discu­siones a que dieron origen son el capítulo V (acerca de las figuras patéticas y los diversos tipos de discursos) y el capítulo VIII, que es un verdadero «tratado de metafísica».

Artículo: "EL CATALEJO ARISTOTÉLICO, EMANUELE TESAURO" publicado en https://www.criticadelibros.com/ por reseñas de Enciclopedias (C. Cordié). Consultado el 03/03/2020.
URL: https://www.criticadelibros.com/metaliteratura-y-ensayo/el-catalejo-aristotelico-emanuele-tesauro/

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