viernes, 2 de noviembre de 2018

Nietzsche: Lo apolíneo y lo dionisíaco

Nietzsche fue el gran crítico de la cultura occidental de su tiempo. Advirtió sus vicios y, con su peculiar talento para la genealogía y su extenso conocimiento de la filología clásico y del mundo helénico en general, supo determinar el origen de estos males.

Según Nietzsche, la cultura occidental toma un camino equivocado ya con Sócrates y la filosofía platónica, que posteriormente desarrollarán, a través de la herencia aristotélica, los filósofos cristianos.

¿Pero a qué se refiere exactamente? En El nacimiento de la tragedia, su primer libro, Nietzsche utiliza la distinción entre lo apolíneo y lo dionisíaco, que Nietzsche toma de la mitología griega clásica e interpreta libremente.



Lo apolíneo, del dios griego Apolo, representaría la belleza, la perfección de las formas, lo racional, la medida. Por contra, lo dionisíaco, del dios griego Dionisos (dios del vino), respresentaría la ebriedad, la exaltación, lo sensual, la vehemencia, el éxtasis.

Estas dos fuerzas son opuestas y complementarias, y su lucha y discordia son creadoras:

[…]esos dos instintos tan diferentes marchan uno al lado de otro, casi siempre en abierta discordia entre sí y excitándose mutuamente a dar a luz frutos nuevos y cada vez más vigorosos, para perpetuar en ellos la lucha de aquella antítesis […]
“El nacimiento de la tragedia, Nietzsche”

Esta distinción, que originalmente se refiere tan solo al arte griego, va ganando importancia hasta convertirse casi en una categoría ontológica, una categoría que explica la realidad como tal.

Desde este punto de vista, la filosofía de Platón que, ante el problema epistemológico de cómo conocemos, de la imposibilidad de conocer de manera fehaciente aquello que cambia constantemente, postula el mundo de la ideas, un “más allá” donde no existe el cambio y que permite que, en su permanencia, es cognoscible por la razón humana. Platón destierra el mundo cambiante porque lo que cambia no puede ser conocido de manera universal y definitiva. Además, se establece una diferencia de estatus, de categoría, el mundo de las ideas tiene una categoría ontológica superior al mundo de aquí, inmanente.

Es aquí donde, según Nietzsche, la cultura occidental comienza una deriva equivocada. La antítesis entre lo apolíneo y lo dionisíaco se romper en favor de lo apolíneo, la preponderancia de la razón, la medida, lo cognoscible. Lo dionisíaco es despreciado y degradado a una categoría ontológica menor.

De estos conceptos parten todas las críticas que después realizará Nietzsche, tanto a la moral de esclavos y señores, la crítica epistemológica, el “Dios ha muerto”, etcétera. Todo parte de aquí.

El pensamiento nietzscheano, por tanto, será un intento de devolver su dignidad a lo dionisíaco, al mundo de aquí abajo, inmanente, a la vida tal y como es, con sus grandezas y sus miserias, con sus actos de bondad y sus crueldades, es una vuelta al cuerpo, una superación del nihilismo, una renuncia al deseo del más allá. Es un gran acto de aceptación de la vida, un gran sí.
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https://www.historiasminimalistas.com/2018/09/nietzsche/



Fuente:
Artículo: "Nietzsche: el Superhombre, Dios ha muerto y el eterno retorno" Publicado en https://www.historiasminimalistas.com escrito por Pablo el 01/09/2018.
URL: https://www.historiasminimalistas.com/2018/09/nietzsche/

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