Diálogo atribuido a Platón (427-347 a. de C.). Sócrates mientras está preparándose para marchar a Cinosarga es llamado por Clinias quien, llorando, le anuncia que su padre Axioco está muriéndose y que, perdidos los ánimos, tiembla y se aflige al ver acercarse su muerte: sólo Sócrates podría calmarle. Sócrates consiente de buen grado en cumplir aquella piadosa misión y va a casa de Axioco. Apenas llega junto a él comienza a reprenderle por su comportamiento, impropio de un hombre anciano y sabio. Puesto que la muerte va acompañada de la insensibilidad, los temores y la repugnancia de Axioco a tener que ir a disolverse bajo tierra, son contradictorios y vanos; un cuerpo sin alma no constituye ya un verdadero hombre, y el alma, aprisionada en el cuerpo que es un mal, siempre anhela su reino celeste, de manera que la muerte es siempre liberación. Pero Axioco no se contenta con semejantes filosofismos a los que llamaba nada menos que sofismas: su tristeza requiere palabras más persuasivas. Sócrates entonces le obliga a reconocer una vez más el círculo vicioso de sus temores que le hacen imaginar que podrá captar con su sentimiento la privación de los sentidos, y le reanima con el pensamiento de la inmortalidad.
Que el alma es inmortal lo atestiguan la superioridad del hombre sobre la naturaleza a la que él trasciende práctica y teóricamente, lo cual hace suponer que en el alma existe un espíritu divino. Axioco, pues, va al encuentro de la inmortalidad, no de la muerte, y Sócrates termina con un mito, que le ha enseñado un mago; las almas después de la disolución del cuerpo, comparecen ante los jueces infernales Minos y Radamante, y les toca en suerte, según la conducta de su vida, eterno goce o eternas penas. Axioco, que ha vivido piadosamente, será sin duda bienaventurado; anheloso, consolado, persuadido, ahora casi ya invoca la muerte, en lugar de temerla. El Axioco es el más notable (después del Primer Alcibíades) de los diálogos apócrifos. Escrito indudablemente en el siglo II a. de C. se sirve, para vencer el temor de la muerte, de una argumentación cara al Epicureismo: la muerte será sólo cuando nosotros ya no seremos. El diálogo en su conjunto no carece de cierta gracia de estilo muy característico.
Fuentes
Artículo: "AXIOCO O DE LA MUERTE, PLATÓN" Publicado en https://www.criticadelibros.com apartado de Metaliteratura y ensayo por reseñas de enciclopedias.
URL: https://www.criticadelibros.com/metaliteratura-y-ensayo/axioco-o-de-la-muerte-platon/
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