jueves, 5 de diciembre de 2019

Cardenal Andrés de Austria y Jetón holandés

El Cardenal Andrés de Austria ejerció como gobernador interino de los Países Bajos Españoles durante la ausencia de su primo, el titular y nuevo soberano del territorio, el archiduque Alberto de Austria, que partió en 1598 a España para contraer matrimonio con la infanta Isabel Clara Eugenia, hija de Felipe II. Su mandato duró 10 meses, hasta el regreso de Alberto e Isabel a Flandes en agosto de 1599.

Transcurridos los dos primeros meses de 1599, se empezó a preparar y debatir la ofensiva de primavera contra los rebeldes holandeses. Con este fin, el 12 de marzo el Cardenal celebró un Consejo de Guerra en Maastricht. Andrés era partidario de que el ejército cruzara el río Waal mientras que algunos de sus consejeros preferían atravesar el río Ijssel para atacar la región de Veluwe. Sin una decisión tomada en claro, a principios de abril el Cardenal ordenó al General Jefe Francisco de Mendoza, que había pasado el invierno acantonado con sus tropas en Alemania, que se reuniera con él en la ciudad de Emmerik.



En esta ciudad tuvo lugar un nuevo Consejo para determinar la campaña a realizar. El consejero Richardor propuso cruzar el Ijssel para asediar Nimega y su cercana fortaleza de Knodsenburg, pero finalmente se impuso el plan de Mendoza de atacar el fuerte de Schenk, que ocupaba una posición estratégica en la antigua frontera entre el Sacro Imperio Romano Germánico y los Países Bajos. En este lugar, el río Rin forma un meandro y se separa en dos brazos: el principal, llamado Waal, se dirige a Nimega, y el secundario, conocido como viejo Rin, que fluye hacia Arnhem. Tomar Schenk constituiría una sólida base de operaciones para futuras campañas sobre las provincias de Frisia y Overijssel, o para adentrarse en Veluwe por Nimega o Bommel.

De acuerdo con esta resolución, el general Frederik van den Bergh marchó desde Emmerik a Schenk con 7000 soldados de infantería y 12 compañías de caballería mientras que el Cardenal con el resto del ejército se situaba al otro lado del Rin, frente a la fortaleza sitiada, de modo que entre él y Schnek sólo lo separaba el río Waal. En total, 19000 infantes y 2000 hombres de caballería.

El movimiento de los Tercios por la orilla del Rin y los sucesivos Consejos de Guerra que se habían celebrado alarmaron a los rebeldes holandeses, que temían que los españoles dieran un golpe importante. Fruto de este miedo mandaron acuñar este jetón en la ceca de Dordrecht donde, para tranquilizar al pueblo, confiaban plenamente en Dios, ya que, según ellos, les había hecho ganar otras batallas pasadas contra los españoles. Conviene recordar que en la creencia de los calvinistas holandeses Dios sólo puede estar de su parte, ya que, en la incesante propaganda de difamación que vertían sobre los españoles para justificar la rebelión contra su legítimo señor, el Rey de España encarnaba el Anticristo y su ejército era una horda de sanguinarios, fanáticos, impíos, violadores y crueles hijos de Satán. En resumen, que España era la sucursal del Infierno en la Tierra.

En el anverso del jetón se representa al Cardenal Andrés, al frente de su ejército, marchando por la orilla del Rin, aunque la mano de Dios que sale de la nube parece estar tratando de desviarlo de su empresa. El reverso representa al Cardenal en uno de sus Consejos de Guerra, que alude a los celebrados tanto en Mastricht como en Emmerik. La leyenda que consta en ellos es FRVSTRA CONATVR INPIVS INVITO NVMINE CI? I? XCIX (Los impíos planean sus objetivos en vano, pues Dios se les opone. 1599).

Los generales Mendoza y Den Bergh pusieron sitio a Schenk, que estaba defendida por tropas holandesas e inglesas. Pese a ser superados en número ampliamente, éstas opusieron una tenaz resistencia al empuje de las tropas imperiales españolas. El 1 de mayo el coronel rebelde Claude La Barlotte acudió con 5000 hombres en ayuda de los sitiados, desembarcando sus tropas en el pueblo de Hedel, cerca de la ciudad de Bommel, a unos 70 km de Schenk. Ante este hecho que ponía en peligro su retaguardia, el general Mendoza levantó el sitio y se dirigió en busca de La Barlotte, retirándose éste a la próxima Bommel. Aprovechando esta tesitura, las fatigadas tropas inglesas de Schnek fueron relevadas por una fuerza de caballería de 800 hombres que había enviado Mauricio de Nassau, Estatúder de las sublevadas provincias del norte de los Países Bajos Españoles.

Ante esta situación se celebró un nuevo Consejo que determinó la toma de Bommel. Sin embargo, el factor sorpresa se había perdido y la ciudad ya había sido fortificada y reforzada por Nassau. El asedio español a Bommel resultó infructuoso. El 1 de junio el Cardenal Andrés relevó del mando del ejército al general Mendoza, sustituyéndolo, en un claro nepotismo, por su hermano Carlos de Austria, marqués de Burgau, que acababa de llegar procedente de Alemania, pero tuvo que retractarse de su decisión porque le hicieron ver que esa decisión correspondía al Archiduque Alberto. En éstas, el Cardenal tuvo noticias en agosto del regreso a Flandes de Alberto e Isabel, por lo que se trasladó a Bruselas a recibirlos tras dejar una guarnición de 800 hombres en el fuerte que había construido durante el asedio de Bommel, concluyendo así una campaña en la que no se consiguió ninguno de los objetivos. Durante los siguientes meses, las tropas que dejó el Cardenal fueron sitiadas. Se encontraban abandonadas, prácticamente a su suerte, sin cobrar sus sueldos y sin esperanza de que retornase el ejército para emprender una nueva ofensiva, por lo que el desánimo y la desesperación cundió, se amotinaron y entregaron el fuerte a los anglo-holandeses a cambio de percibir el montante de sus salarios atrasados.

Tras informar al nuevo soberano de los Países Bajos Españoles sobre lo acontecido en su ausencia, el Cardenal abandonó el territorio entre la indiferencia de los generales, que habían visto como su campaña de 1599 se convirtió en una pérdida de tiempo, dinero y vidas humanas.

Al año siguiente, Andrés de Austria viajó a Roma con ocasión del Jubileo decretado por el Papa Clemente VIII, también visitó Nápoles. En su viaje de vuelta, enfermó y falleció en Roma el 12 de noviembre de 1600. Tenía 40 años. Le dio la Extrema Unción el propio Sumo Pontífice.


Fuentes
Artículo: "Jetón holandés de 1599. La campaña del Cardenal Andrés de Austria en el Rin" Publicado en el foro https://www.imperio-numismatico.com por Marques de la esnsenada el 15/11/2019
URL: https://www.imperio-numismatico.com/t137564-jeton-holandes-de-1599-la-campana-del-cardenal-andres-de-austria-en-el-rin?utm_campaign=popular&utm_medium=topic&utm_source=newsletter


No hay comentarios:

Publicar un comentario