Arcesilao
(Asia Menor, -315 a -240 aprox.), comenzó su formación filosófica en el
Liceo de Aristóteles, en esa época dirigido por Teofrasto, pero
posteriormente bajo la influencia de Crántor y de las lecturas de las
obras de Platón pasó a la Academia, cuyos directores en ese tiempo eran
Polemón y luego Crates, a quien sucedió en la dirección de la Academia.
Como sucesor de Crates, sentía un cierto descontento con el alto grado
de dogmatismo que se había apoderado de las enseñanzas y propuso una
serie de cambios que fueron llevando a la Academia a posturas cercanas
al escepticismo.
La refutación socrática y la fuerza de los argumentos contrarios
Como
otros filósofos de la época y probablemente influido por Sócrates no
escribió nada, sus enseñanzas fueron siempre orales. Considerado como un
excelente dialéctico utilizó el escepticismo en la teoría del
conocimiento. El método de Arcesilao consistía en analizar las
proposiciones de los contrarios y tratar de demostrar que eran
contradictorias consigo misma. Como para el resto de los académicos
también consideró a los miembros de la escuela estoica como a sus
principales oponentes. Recomendó la suspensión del juicio para adquirir
conocimiento
Según
nos cuenta Diógenes Laercio, Aristón, para hacer patente el
escepticismo de Arcesilao, lo definía de la manera siguiente: "Por
delante Platón, por detrás Pirrón y por el medio Diodoro". Reconociendo
con esto cierta influencia de la dialéctica de los megáricos. Sin
embargo, en realidad Arcesilao pretendía recuperar en parte el espíritu
de Sócrates y de Platón, y evitar el dogmatismo inmovilista que se
estaba apoderando de la Academia.
Contra los estoicos
El
principal adversario de la filosofía de Arcesilao era el estoicismo de
Zenón, contra el que arremete atacando el criterio de verdad de los
estoicos: la representación cataléptica, o representación comprensiva,
aquella que produce una sensación de verdad tan fuerte que es
prácticamente imposible no estar de acuerdo con ella.
Suspensión del juicio
Para
evitar el obstáculo que suponía esta concepción, Arcesilao, basándose
en el escepticismo pirrónico, introduce la noción de suspensión del
juicio o epojé, afirmando que no existe lo que es cierto estrictamente,
sino sólo lo razonable, lo posible.
Esta
postura recibió fuertes críticas, sobre todo por parte de los estoicos
respecto de la imposibilidad de tomar posturas para su realización
práctica y por tanto que en el fondo la suspensión del juicio paralizaba
a los hombres impidiéndoles la felicidad, pero Arcesilao se defendía
argumentando que dicha postura no era incompatible con la acción pues,
aunque no es posible enunciar principios morales ni verdades absolutas,
es posible apoyar con razones correctas una argumentación bien hecha.
Puesto que existen distintos grados de incertidumbre, algunas acciones
se justifican por razones correctas que apelan no a la certeza
imposible, pero sí a lo plausible, siendo esto suficiente para
fundamentar la acción y posibilitar una elección moral razonable para
vivir acorde con estas ideas.
El problema del criterio de verdad.
Criterio práctico: “to eulogon”
Todo conocimiento es mediado y por tanto falible, pero esto no implica
que no podamos tener un criterio para actuar, para Arcesilao podemos
actuar conforme a lo razonable (to eulogon), lo que es razonable pensar.
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