lunes, 6 de enero de 2014

Crates de Tebas (Cínicos)

Crates de Tebas (368 – 288 a. C.) fue un filósofo griego discípulo de Diógenes de Sinope y seguidor, como él, de la escuela cínica.

Como cuenta Diógenes Laercio, Crates donó a la ciudad una grandiosa fortuna y adoptó, junto a su esposa Hiparquía, la vida de mendigo que era característica de los cínicos. El alumno más famoso de Crates fue Zenón de Citio, fundador del estoicismo. Crates fue el discípulo más notable de Diógenes de Sinope. Y, por haber sido también maestro de Zenón de Citio, se lo considera el nexo entre la escuela cínica y el estoicismo, corriente filosófica iniciada por este último.

Nació en Tebas en el año 368 a. C. De muy joven se estableció en Atenas, donde conoció a Diógenes. Era un ciudadano pudiente de clase alta que renunció a todo (riquezas y posición social) para abrazar el cinismo. Su trato con la gente era muy distinto del de su maestro, era amable y respetuoso; lo llamaban "El Filántropo". 

Defendía los puntos de vista de la escuela cínica con un estilo menos agresivo que el de Diógenes.1 Según relata Diógenes Laercio, abría las puertas de las casas para exhortar a sus moradores, de ahí su otro sobrenombre "El Abrepuertas". (Otros dicen que era la gente la que lo invitaba a sus casas para dialogar con él y recibir su consejo.) Con su palabra y con sus actos, predicaba la autarquía y la sencillez como único camino para alcanzar una vida feliz. La sencillez implicaba el quedarse sólo con lo mínimo, desprendiéndose de la familia, la propiedad, las costumbres sociales e incluso de las propias opiniones.

  Diógenes Laercio le dedica el capítulo quinto de su libro sexto, que en versión española de finales del siglo xviii, Los diez libros de Diógenes Laercio sobre las vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, traducidos de la lengua griega e ilustrados con algunas notas por D. Josef Ortiz y Sanz, Imprenta Real, Madrid 1792, tomo II, págs. 52-57, dice:

«Crates. 1. Crates, hijo de Ascondo, Tebano, fue igualmente discípulo del Can. Pero Hipoboto dice que no fue discípulo de Diógenes, sino de Brison Aquivo. Corren de él estos versos jocosos:

Es noble la ciudad Zurron llamada,
Fastosa, aunque mugrienta,
Bella, amena, fecunda, y nada tiene.
No entra en ella demente parasito,
Ni pedicón obsceno
Que de bardajerías se glorie.
Produce sin embargo
Ajos, higos y panes,
Entre quienes no hay guerras mutuamente:
Ni se mueven las armas
Por pedazos de cobre ni por gloria.


También es suyo aquel Diario sabido de todos que dice:

Asienta minas diez al cocinero,
y al Médico una dracma.
Pon al adulador cinco talentos,
y al consejero, humo.
Pongasele un talento a la ramera,
y un trióbolo al Filósofo se ponga.


 Decía Crates, que es imposible hallar uno que no haya errado; sino que todos son como la granada, en la cual, andando el tiempo, siempre se pudre uno u otro grano. Habiendo una vez irritado al Citarista Nicódromo, recibió un bofetón: mas él se pegó con pez en la frente un rótulo que decía: Nicódromo lo hacía. Perseguía de industria con dicterios a las rameras, ejercitándose con esto a sufrir injurias. A Demetrio Faleréo que le envió pan y vino, le respondió con enfado: Ojalá que las fuentes manasen panes! Se sabe que siempre bebió agua. Los Jueces de Atenas lo reprehendieron porque iba cubierto con una sabana: a los cuales respondió: Tambien os mostraré yo a Teofrásto cubierto con una sabana. No creyendolo ellos, los condujo a una tienda de Barbero donde a la sazón se estaba Teofrásto cortando el pelo.

Crates tuvo un discípulo, su cuñado Metrocles. Escribió numerosas obras literarias, la mayoría en verso. Mediante ellas —en un tono por momentos humorístico y por momentos serio— buscó difundir el cinismo.

Según la tradición, tuvo con Alejandro Magno una actitud similar a la de Diógenes: cuando el emperador le preguntó si quería que reconstruyeran la ciudad, respondió: «¿Para qué reconstruirla?»

Crates murió en el año 288 a. C.

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Crates_de_Tebas
http://www.filosofia.org/lec/crates.htm

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