miércoles, 1 de abril de 2015

Diodoro de Tarso

DIODORO DE TARSO (?-?, c. 392) Obispo de Tarso y escritor elesiástico. Fundó en Antioquía una escuela de exégesis literal e histórica de la Sagrada Escritura. Sus enseñanzas contenían ya algunos de los rasgos característicos del nestorianismo.

Diodoro de Tarso nació en Antioquía; allí realizó estudios teológicos, seguidos de otros estudios clásicos en Atenas, de lo cual se quejaría después el emperador Juliano, pues esto le habría permitido atacar con más eficacia el culto de los dioses. De nuevo en Antioquía, dirigió una comunidad monástica, y desde su cátedra en la escuela de esta ciudad defendió con gran valor e insistencia la divinidad de Cristo frente a los ataques del emperador Juliano, que residió allí muchos meses durante su campaña contra los partos. Estuvo desterrado en Armenia por el sucesor de Juliano, y a su muerte regresó y fue consagrado obispo de Tarso, en Cilicia (378), de donde anteriormente había sido obispo un antiguo profesor suyo. Tomó parte en el concilio de Constantinopla del 381, y el emperador Teodosio II le llamó uno de los árbitros más seguros de la ortodoxia. Parece que murió antes del 394.

Sus obras fueron muy numerosas. Como ya hemos dicho, se han perdido en casi su totalidad, pero tenemos listas de ellas. En sus obras de exégesis se atenía exclusivamente a la interpretación filológica e histórica y rechazaba con tesón la alegórica, tratando de buscar lo que habían entendido y querido decir los autores inspirados y no otros sentidos ocultos; había comentado todos los libros del Antiguo Testamento, los Evangelios, los Hechos, la primera carta de San Juan y probablemente otros libros del Nuevo Testamento. En sus numerosas obras apologéticas y polémicas, unas veces largas y otras muchas breves, escribió contra los judíos, contra los paganos y contra los herejes. Otros escritos eran más directamente dogmáticos, y alguno trataba de astronomía y de cronología.


La escuela teológica de Antioquia

Tras el fin del seísmo arriano, volvió a florecer la escuela teológica de Antioquia. Por entonces la regía Diodoro de Tarso, natural de la ciudad. Era discípulo de sus predecesores Silvano de Tarso y Eusebio de Emesa, y siguiendo las costumbres de los teólogos antioquenos, había pasado una temporada aprendiendo filosofía en Atenas, y varios años de su vida dedicado a la oración y el estudio escriturístico en una comunidad monástica.

En 378 fue elevado a la sede de Tarso de Cilicia, y puesto al frente de la Escuela de Antioquia hasta su muerte en 392 d.C, donde destacó como exegeta literalista o gramatical de las Escrituras, firmando las actas del concilio de Constantinopla de 381 como maestro de la ortodoxia nicena. Asimismo, en sus escritos contra los apolinaristas enfatizó la naturaleza humana de Cristo. Tuvo numerosos alumnos ilustres, entre ellos a Teodoro de Mopsuestia, aunque el más brillante fue Juan, predicador de la Basílica metropolitana durante el gobierno de Flaviano.

    "El sacerdote Juan de Antioquía fue autor entre 386 y 397 de seis libros sobre el sacerdocio, infinidad de homilías (las más célebres dedicadas a los evangelios de Mateo y Juan), así como ocho discursos contra los judaizantes. Había estudiado con los más prestigiosos profesores paganos: el filósofo Andragatio y el retórico sofista Libanio de Antioquía (“el pequeño Demóstenes”), antes de que (incitado por Melecio) fuese alumno de Diodoro de Tarso. Los años de juventud pasados en la vida monástica, le hicieron apóstol de la austeridad, y criticaba acerbamente el despilfarro y la corrupción. Por voluntad expresa del emperador Arcadio (hijo de Teodosio), que había heredado el imperio oriental en 399 d.C, fue consagrado obispo a la muerte del patriarca Nectario y elevado a la sede de Constantinopla, donde con el tiempo fue conocido por Juan Crisóstomo (“boca de oro”) por su elocuencia. Allí sufrió la inquina de los poderosos, particularmente de la emperatriz, por su crítica al lujo y al abuso de los más pobres. Por esa razón el pueblo le amó. Su caída vino por mano de Teófilo, patriarca de Alejandría, que celoso de su privanza le acusó de origenista, logrando (con el apoyo de la emperatriz Eudoxia) el exilio de Juan tras dos sínodos y numerosos disturbios provocados por el pueblo fiel, que amaba a su metropolitano antioqueno".

En el monasterio de Euprepios no sólo coincidieron Diodoro y Juan, sino también otros colosos de la teología siríaca, como el obispo Barsauma de Nisbis (que tanta influencia tendría en el cisma de la Iglesia de Oriente, véase este artículo), un joven Teodoreto de Ciro y, sobre todos ellos, Teodoro de Mopsuestia.

Fuentes: 

infocatolica.com/blog/matermagistra.php/1407180204-la-iglesia-siriaca-iii, por
http://www.mercaba.org/Moline/diodoro_de_tarso.htm
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/d/diodoro_de_tarso.htm

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