miércoles, 7 de diciembre de 2016

Ole Christensen Romer

Ole Christensen Romer (1644-1710), Astrónomo danés. Profesor de matemáticas en la Universidad de Copenhague.

Biografía

Tras estudiar en la Universidad de Copenhague, pasó nueve años en el Observatorio Real de París (Francia).

En 1672, merced a la intervención de Jean Picard, fue a Francia, ingresando en la recién creada Academia de Ciencias de París. Dicha academia fue creada en 1666 durante el reinado de Luis XIV.

Su ministro Colbert se apercibió de la importancia de que Francia se convirtiera en primera potencia científica y, con fondos aparentemente ilimitados, consiguió que Christian Huygens, Picard y, sobre todo, Giovanni Doménico Cassini se unieran al proyecto.



Fue nombrado director del observatorio local de Copenhague, donde montó el primer telescopio meridiano, utilizado para la determinación de la longitud, partiendo del hecho de que cuando en dos puntos distintos de la Tierra un mismo astro pasa por el meridiano del lugar, la diferencia temporal puede traducirse en grados de longitud.

Merced a la influencia de Rømer se introdujo el calendario gregoriano en Dinamarca en el año 1701.

El 19 de septiembre de 1710, a la edad de sesenta y seis años, Rømer murió a consecuencia de un cálculo.

Casi todos los manuscritos del ilustre astrónomo se perdieron en el terrible incendio que destruyó el Observatorio de Copenhague el 20 de octubre de 1728.

Obra

Medir la velocidad de la luz


Fue el primero en medir la velocidad finita de la luz. Hacia 1672, trabajando en el observatorio de París, junto a Cassini, observó que los instantes de los eclipses de los satélites de Júpiter diferían con respecto a las posiciones pronosticadas; precisamente se anticipaban cuando la Tierra se acercaba al astro joviano y se retrasaban cuando nuestro planeta se alejaba de Júpiter. Roemer supuso que esto se debía al tiempo finito que la luz empleaba para recorrer la distancia (continuamente variable) entre Júpiter y la Tierra. Valiéndose de la entonces reciente estimación de la distancia de Júpiter elaborada por Cassini, y después de precisos cálculos, determinó para la velocidad de la luz un valor de 225.000 km/seg (cometió un error del 75% respecto de su valor real, debido al inexacto conocimiento de las distancias planetarias en aquellos tiempos). El valor real se sitúa en 300.000 km/seg.

Bradley confirmó en 1729 el carácter finito de la velocidad de la luz, resultado hallado por Roemer.

Descubrimiento de los satélites de Júpiter

Las observaciones del primer satélite de Júpiter efectuadas por Römer y Giovanni Doménico Cassini indicaron una desigualdad, que los dos sabios creyeron poder atribuir a la propagación sucesiva de la luz (Observatorio de París, año 1676). Cassini no tardó en desechar esa idea tan justa; por el contrario Römer la mantuvo, uniendo de esta manera su nombre a uno de los más grandes descubrimientos que enorgullecen a la astronomía moderna.

Se ha hecho notar que después de la idea tan feliz de atribuir las diferencias que se observan entre las vueltas del primer satélite de Júpiter a los límites del cono de sombra durante la primera y la segunda cuadratura del planeta y de la propagación de la luz, Römer, inexplicablemente, desdeñó demostrar que en la misma hipótesis se encontraba la explicación de las desigualdades notadas también en los otros tres satélites.

Podría extrañar que no haya tratado de evaluar la velocidad de la luz con más exactitud de la que aplicó. Horrebow, el discípulo predilecto de Römer y su más ferviente admirador, fija en 14 m 10 s en vez de 8 m 13 s el tiempo que tarda la luz en atravesar la distancia que separa al Sol de la Tierra.

El anteojo

Römer, que había sido testigo en París de las dificultades para hacer mover en el plano del meridiano la lente de un cuarto de círculo mural, es decir, una lente equilibrada sobre un eje muy corto y obligada a aplicarse continuamente sobre un limbo imperfectamente hecho, imaginó y construyó el anteojo meridiano.

Este instrumento que hoy día puede verse en muchos observatorios astronómicos se debe, por lo tanto, a la inventiva del astrónomo danés.

El micrómetro

Se le debe también la invención de un ingenioso micrómetro, de uso muy común hacia finales del siglo XVII en la observación de los eclipses. Con este micrómetro se podía aumentar o disminuir la imagen del Sol o de la Luna hasta que estuvieran entre dos hilos situados cerca del ocular.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Ole_R%C3%B8mer
http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=roemer-ole-christensen
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/romer.htm
http://www.fisicanet.com.ar/biografias/cientificos/r/roemer.php

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