Era sobrino de Plinio el Viejo, considerado como el mejor naturalista de la antigüedad. Siendo niño Plinio perdió a sus padres, quedando bajo la tutela de Lucio Verginio Rufo (un influyente general del ejército romano). Posteriormente fue adoptado por su tío Plinio el Viejo, quien lo mandó a estudiar a Roma, con profesores como Quintiliano y Nicetes Sacerdos. Comenzó la carrera de leyes a la edad de 19 años, creciendo su reputación en este campo muy rápidamente. Plinio, siendo un hombre honesto y moderado, fue ascendiendo por el cursus honorum (cargos administrativos civiles y militares de la República):
Fue flamen Divi Augusti (sacerdote del culto al Emperador) en 81, luego decemvir litibus iudicandis (algo equiparable a un juez de lo civil), tribuno militar en Siria (donde conoció a los filósofos Artemidoro y Éufrates), sevir equitum Romanorum (jefe de un escuadrón de caballería) en 84, quaestor imperatoris y questor urbano entre 89 y 90.
Fue nombrado tribuno de la plebe en 91, pretor en 93, prefecto (primero de las finanzas del ejército y luego del templo de Saturno), y cónsul suffectus en 100. Entró en el colegio de augures por elección, supervisor del río Tíber y finalmente legatus (embajador) en el Imperio de Bitinia, donde se supone que murió, probablemente en el año 112.1 Se puede decir que su carrera es un resumen de todos los cargos públicos más importantes en Roma, y en efecto Plinio contribuyó a la organización del Imperio en mucho de sus campos.
De sus numerosas cartas (las Epistulae) se deduce su carácter moderado. En una de ellas se dirigió al emperador Trajano y le explicó el procedimiento que seguía para encargarse de las personas a quienes se acusaba de profesar el cristianismo... un procedimiento que el emperador aprobó. A los que negaban que fueran cristianos se les ponía en libertad cuando, como dijo Plinio, “habían repetido la invocación que yo había hecho a los dioses, ofrecido incienso y vino a tu imagen [la de Trajano] [...] y, además, maldecido a Cristo”. Se ejecutaba a los que resultaban ser cristianos. Trataba al cristianismo como una superstición incómoda y se sorprendía del gran número de denuncias anónimas que se recibían en este campo. Trajano le respondió apoyando su actitud, pero ordenándole que no diera curso a las denuncias anónimas.
Plinio se casó en tres ocasiones, pero no tuvo ningún hijo. Solo de su tercera mujer, Calpurnia, habla con cierta emoción en sus cartas. Era bastante rico y poseía algunas villas en Italia. Las dos que tuvo en su ciudad natal, Como, las llamó Tragedia y Comedia.
Obra
Respecto a su faceta de escritor, que empezó a los 14 años con una tragedia en griego, Plinio destacó en poesía, pero la mayor parte de sus escritos se han perdido, a pesar del cuidado que tenía por ellos. Era también conocido por sus dotes de orador, considerándose seguidor de Cicerón, pero su prosa era menos directa y grandilocuente que la de éste último. Participó en muchos juicios, pero el único discurso que se conserva de él es su Panegyricus Traiani, descripción aduladora y enfática de la figura de Trajano, su única obra de oratoria conservada. Posteriormente desempeñó varios cargos oficiales y publicó sus Epístolas, agrupadas en nueve libros, al que se añadió un décimo libro que contiene la correspondencia con Trajano. Aunque la posteridad ha valorado sobre todo su valor documental, estas cartas personales contienen numerosos elementos retóricos y poéticos. Cada una trata de un tema concreto, y en conjunto constituyen un lúcido retablo de las costumbres públicas y privadas de la sociedad romana de la época.
Son un instrumento valioso para estudiar las políticas de este emperador en campos como impuestos, justicia, disciplina castrense y comercio. Plinio lo definía como un tratado sobre el gobernante perfecto.
Sus obras juveniles en verso comprendían también una tragedia en griego, y más tarde compuso endecasílabos a la manera de Catulo. Las obras en prosa estaban constituidas por los dieciséis libros de discursos (sólo se ha conservado el Panegírico a Trajano) y por las famosas Epístolas (entre las que se encuetran sus cartas a Trajano).
Cartas o Epistolas
Inscripción honoraria con el cursus honorum de Plinio el Joven procedente de la Basílica de san Ambrosio en Milán.
Sus cartas son un testimonio único de la administración ordinaria del siglo primero. Su estilo es muy diferente de los usados en los panegíricos, afirmando algunos críticos que Plinio es el inventor de un nuevo género literario: la carta escrita para ser publicada.
En sus primeras cartas de juventud describe la erupción del monte Vesubio y la muerte de su tío y mentor, Plinio el Viejo, a causa de dicha erupción en el año 79. En su honor este tipo de erupciones se conocen como plínicas. Estas cartas estaban dirigidas a su amigo Tácito, que fue uno de los grandes historiadores romanos, para darle una visión cercana y certera de la muerte de su tío. Otras cartas famosas fueron las dirigidas a Septicio Claro, que son prácticamente poemas, las que se refieren a la erupción del Vesubio y las referentes a las villas y a la muerte de Marcial.
Las Epístolas de Plinio el Joven dan cuenta, en
tono mundano, de la vida que llevaban en la capital y en sus lujosas
residencias campestres los representantes de una clase rica aficionada
al arte, la literatura y la filosofía durante la época de auge del
Imperio romano. Se trata de 247 cartas sobre diversos temas de orden
social, literario o político, unas veces referidas a un evento histórico
contemporáneo, otras a una discusión desde el punto de vista moral de
un problema.
Aunque pretende dar la impresión de ser
ocasional, en realidad el epistolario está estructurado artísticamente.
Su cuidada elaboración literaria y la limitación de cada una de estas
cartas a un solo tema hacen pensar que fueron escritas como composición
literaria. La hipótesis más verosímil, según los investigadores, es que
Plinio hizo una selección de su correspondencia real, y luego la
reelaboró y editó; y que alguna de sus cartas pudo ser escrita con vista
a una futura publicación. Estas epístolas encontraron en la Antigüedad
tardía múltiples imitadores, incluso en la forma de colección, y a
partir de las cartas de Petrarca influyeron en la epistolografía
humanista.
Carta sobre la erupción del Vesubio
En una carta dirigida a Tácito describe la erupción del Vesubio y la acción y muerte de su tío (Epistulae 6, 16).
Carta sobre los cristianos
Esta carta fue escrita desde Bitinia entre los años 112 y 113, para el emperador Trajano. En ella, describe la plaga en la que pensaba que se habían convertido los cristianos, así como el fuerte arraigo que tenían en su creencia. Además, Plinio pide consejo a Trajano sobre cómo tratarlos.
Fuentes: http://es.wikipedia.org/wiki/Plinio_el_Joven
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/p/plinio_eljoven.htm
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